25.10.07

Las dos


Las veo de golpe, al levantar la vista del libro. Son idénticas: los mismos anteojos, las mismas mechas castañas en el pelo rubio, el mismo ademán al pasar las páginas del libro. Hasta el mismo tipo de botas. Creo que están consultando volúmenes distintos del mismo libro. Parecen hermanas.

Apenas las distingue el color de la camisa: blanca, la de la izquierda; celeste, la de la derecha. Las miro una o dos veces más y bajo la vista: temo que se den cuenta de que las estoy observando.

Ya no puedo seguir leyendo. Es imposible que vuelva a concentrarme. Cierro el libro y salgo de la biblioteca. Trato de que no se den cuenta de mi apuro.

Podría intentarlo: podría mirarlas desde afuera, a través del vidrio, una última vez, pero…

Salgo con paso rápido sin volver la vista atrás.


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