27.7.17

Canción del mate

Canción del mate


Olvidadizo de que ya lo era, quise también ser argentino.
Jorge Luis Borges
Un niño preguntó «¿Qué es la hierba?» trayéndomela a manos llenas.
¿Cómo podría responder al niño? No sé mejor que él lo que es.
Walt Whitman


1

Amanezco
con el mate amargo de tus besos

levanta apenas
el sol a la distancia

vibra la cuerda del día
esboza sus primeras notas

y vos
vos traés la cuerda
   el sol
   el beso

*            *             *


El mate que comienza como el día
el sol recobrado y descubierto
notas quebradas de esta melodía
que va creando tu presencia

*            *             *

Fija tu mirada
sobre el chorro de agua
vertido en el mate

sube un vapor blanco
se arremolina y desaparece
antes de llegar a tu rostro
antes de alcanzar tu mirada

sin saberlo
vos creás una orilla
en este mundo
lo llenás de agua
de aromas
de espuma

*            *             *

Tus besos
el mate
sabores terrestres
que se confunden
en la primera fragancia del día

*            *             *

Imposible distinguir
entre el sol
y tus ojos

entre el mate
y tus besos.



2

Hay un instante
irrepetible
en que la superficie del agua
al fuego
se crispa en un reflejo de opacidad

ese momento
en que las cosas están por decir

en que el borde de los objetos
está dispuesto a ser interrogado

*            *             *

El agua me ofrece un zumbido
una melodía continua
de una sola nota

la canción que acompaña al solitario
por las noches

*            *             *




Saco la pava del fuego
vuelco un chorrito
delicadamente

la yerba retrocede
como asustada
cambia de estado
se oscurece

un segundo chorro

y surge la espuma

*            *             *




El mate
es la armonía
de dos estados opuestos

la calma seca
y el temblor
imparable
del agua que corre


*            *             *

Ante el primer chorro
cruje la madera
de la calabaza
como quien despierta a un diálogo
iniciado por otro

el sonido
viene del fondo de una caverna
–es un manantial
de donde brota
lo inexplicable



2 comentarios:

Cruz del Norte dijo...

Cuánta delicadeza y exquisitez.
Un poema al mate con sensualidad, y esa espuma de familia.
Las palabras huelgan.
Gracias, poeta.

lachina dijo...

Ah! cuánta dicha! Admito que me brillan los ojos, tengo los ojos inundados en brillo!