24.5.10

La mirada



Asomada al vidrio,
la mirada ávida,
sus ojos no pierden detalle
de lo que pasa.

Yo estiro el cuello y miro
por sobre su hombro
y sólo veo pampa,
cardos, alambrados, vacas.

No tengo idea
de qué es lo que ve:
cada casita tiene algo único
para ella.

Sigo mirándola mirar:
hasta que corre las cortinas,
cierra sus ojos,
baja la cabeza…

Y me deja así,
sin ventanilla,
sin pampa,
sin mirada.


2009/2010.


Tanto este poema como el anterior fueron escritos el año pasado, pero sólo este año, sólo hoy, decidí pasarlos y corregirlos un poco. Supongo que desconfiaba de sus posibilidades. Lo mismo me ocurrió con un cuento que escribí en 2008 y que sólo pasé en limpio este año, "Tenía sus ojos". A pesar de sus defectos, creo que lo que me gusta es que es un cuento de amor, algo que aparece en parte de mi poesía pero no en mis cuentos.
Con respecto a estos dos poemas, por un lado, me parece que "Pan de centeno" es demasiado personal y catártico. Tuve que eliminar algunos versos que me sirvieron a mí como desahogo, pero que no aportan nada al poema.
Por otro lado, "La mirada" es demasiado parecido (en su idea, no en su ejecución) a otro poema que escribí hace seis años, "Sólo una mirada". Aunque siempre intenté estar alerta contra la influencia de la Facultad sobre mi escritura, debo decir que, a la distancia, el poema de 2004 es demasiado "académico" no tan poético. En cuanto al que figura acá arriba, creo que oscila entre la sutil simplicidad y la vulgar simpleza. Y en realidad, ambos son reescrituras imperfectas de una bellísima canción de Paul McCartney, "I've Just Seen A Face", del disco
Help! (1965).

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