13.11.07

El tercero en discordia


El gato deja de moverse para acechar al pájaro.
El pájaro deja de picotear para escuchar al gato.
La tensión se basa en la inmovilidad de ambos.
Abre un lapso de tiempo que no puede ser medido.
No existe más que el gato para el pájaro.
Tampoco existe más que el pájaro para el gato.
Ni siquiera
la larga sombra del perro.

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